top of page

ESCRITOS

MEDELLÍN: CIUDAD DE LA ETERNA DESIGUALDAD

La educación sexual como un derecho ignorado

La justicia menstrual puede ser asociada en primera instancia con el acceso a toallas y tampones, asimismo a información y acompañamiento durante la edad fértil. Sin embargo, no se tiende a considerar la carga histórica y biológica que acompaña a las mujeres por menstruar. Desde las expresiones clichés como está en sus días, es que tiene el periodo o está sensible acompañan a la mujer cada que se repite su ciclo y se ha normalizado ya sea por el machismo o por el biopoder que incluso hoy se considera el trastorno disfórico premenstrual como una alteración psicológica.

Clara Victoria Giraldo es psicóloga de la Universidad San Buenaventura de Medellín, con maestría en Salud Colectiva de la Universidad de Antioquia. Además, es doctora en Sociología de la University Of North Texas. Actualmente, es la líder del grupo de investigación Salud de las Mujeres de la Universidad de Antioquia el cual trabaja con grupos gubernamentales y no gubernamentales para el reconocimiento e intervención de la salud en las mujeres.

De acuerdo con Clara el periodo no puede seguir estando sujeto a una condición de patología. Las mujeres tenemos que asumir el periodo menstrual con tranquilidad, no como una pérdida de identidad o crisis. Igualmente, considera que el problema central de la sociedad es la inequidad, vista desde la posibilidad de acceder a productos y como un asunto para resolver de manera humana.

¿Desde el grupo de investigación Salud de las Mujeres cómo velan por los derechos de la mujer?

El estudio tenemos en este momento es de feminicidios, es decir, mujeres que han muerto por la acción de sus parejas. En el pasado, los proyectos eran más enfocados en contratos que tuvo el grupo Salud de las Mujeres con el Municipio de Medellín buscando disminuir la violencia causada por los compañeros sentimentales. Se pretende reducir la incidencia de maltrato contra la mujer y hacerlas conscientes de su condición para que denuncien.

Actualmente, nuestro proyecto de feminicidios está siendo desarrollado bajo una metodología llamada autopsia verbal, la cual es un protocolo de preguntas para entender las circunstancias que las llevaron a fallecer. Cuando se ha utilizado este método ha sido con mujeres en gestación que fallecieron, visto claramente como una mortalidad que debe ser evitada. Ninguna embarazada sobre la tierra debería fallecer, pero tiende a pasar cuando una mujer está en una condición de inequidad muy elevado. Viven en lugares muy extremos y no tienen controles. Esa es la evidencia más grande de inequidad. Con ese mismo sentido de la autopsia verbal arranca este proyecto.

 

¿Considera que la justicia menstrual es un tema primordial para las mujeres?

El problema para mí es el enfoque que se le da a la educación sexual. Hay dos vertientes bien tremendas: los que piensan que se debería dar abiertamente y los que no. El pensamiento católico es muy fuerte acá por los colegios, sobre todo en los privados. La visión de ellos es completamente distinta a los oficiales.

He tenido la oportunidad de hablar en algún momento con empleados de la Secretaría de Salud y cuando menciono mi enfoque en la sexualidad no lo comparten porque no consideran que un adolescente debe estar empoderado y acceder a información para tener unas relaciones sexuales seguras. No se identifican con el enfoque abierto de Salud en la Mujer.

La sexualidad es un derecho y por ende la persona puede acceder a información. Esa perspectiva de derecho solo se defiende en Profamilia, pero si vas a una entidad como un colegio no se puede hablar de anticoncepción ni de aborto. Es tabú. Se crean barreras por evitar hacer interlocución. Esa contención y pelea del pensamiento liberal y conservador da una impronta de la manera que se recibe la educación sexual.

En países como Estados Unidos todos son muy liberales y nadie se cuestiona ni por un segundo que una niña o adolescente debe recibir información. Acá se ve esa contención de la Iglesia que quiere ser una voz autorizada y están en todos los noticieros haciendo sus declaraciones frente al aborto y la homosexualidad.

¿Qué barreras existen en Medellín que dificulten la educación sexual?

El machismo como una ideología, pero sin ser clara ni para hombres ni para las mujeres. No todas saben qué es el machismo ni el patriarcado o todo lo que yo recibí en esa instrucción de género cuando hice mi doctorado. El sistema patriarcal, biopoder, la inequidad de género, la designación de género. La inequidad se vuelve una condición prevalente de las mujeres, aunque para muchas ese asunto nunca se ha puesto sobre la mesa.

El machismo está tan elevado en Colombia. Acá predomina el sentido de hombría, de relacionarse y tener muchas relaciones sexuales. Su masculinidad está demostrada en la cantidad de mujeres que estén a su lado y si ellas quedan en embarazo no se deben sentir vinculados. La masculinidad en Colombia es hegemónica. Tomar mucho trago, maltratar, mucha sexualidad, diversión.

Reconstituir esa nueva masculinidad va a conllevar muchas peleas, pero de tipo político. Salir a marchar como lo están haciendo los jóvenes. Todo está exacerbado. Se exacerban los crímenes del feminismo, tu pareja te pega con mucha frecuencia, salen a la luz más casos de abuso y todo está mucho más fuerte que hace años.

Los hombres viven con privilegio y las mujeres tienen que hacer algún tipo de protesta como la llamada pequeña revolución de las cosas desde la casa, trabajo y el espacio político. Muchas se aguantan, quizá por miedo a recibir una mala reacción. Les toca arreglar la casa, hacer la comida, quedarse hasta altas horas de la noche realizando labores domésticas, atender al marido sexualmente y ahí es donde se ve el machismo en la cotidianidad. Está muy validado. Ni las que lo tienen que padecer cuestionan esa carga.

¿Qué le falta a Medellín y Colombia para hablar de equidad en el sistema de salud?

Es cierto que las necesidades de las mujeres no son las mismas de los hombres. Indudablemente sería un sistema diferenciado, pero para muchas personas, aunque existan condiciones diferenciales el problema principal es el acceso. La cuestión no es si soy hombre o mujer, que no debería ser igual, pero acá lo principal es garantizar la atención. Si no se logra eso, es mucho más difícil pensar desde la singularidad. Es una utopía, sería bueno, pero no es factible.

Algo que pienso y he discutido bastante es que cada ser es único y tiene necesidades únicas. Ningún modelo particular para atender a una persona puede ser estandarizado. Mujeres y hombres son distintos, pero también cada ser humano es único y si hay siete mil millones de personas en la tierra, todos son singulares y merecen atención que no reciben. Reconocer la unicidad es lo que nos lleva a mejorar los estándares de atención.

¡Escúchala!

Clara Giraldo
00:00 / 06:42

LA ECONOMÍA CON OJOS DE MUJER

Lo que no contaron las teorías económicas

Históricamente las cuestiones económicas, leyes o jurisprudencias han estado a cargo de hombres que quizá busquen trabajar en la reducir brechas de género, pero sin contar con la mirada femenina en sus decisiones. El concepto de igualdad, tan moldeable en un país como Colombia, queda prácticamente anulado.

Laura Moisá es economista y profesora de la Universidad Nacional. Con su carácter fuerte y frases concretas, defiende no solo las luchas de las mujeres en pro de una igualdad, sino que también se cuestiona políticamente la realidad de un país que, según ella, en algún momento se acostumbrará de perder. Para ella, una menstruación libre de impuestos es un proyecto de ley que refleja la verdad misma de todo el sistema económico en el país.

A pesar de no recibir una educación profesional que englobara las problemáticas de género, Moisá, se ha cuestionado como desde la teoría y la práctica el sistema está fallando.  Además, reconoce como la labor del Estado queda insuficiente en un país tan desigual como Colombia. 

Laura .jpg

¿Qué ha sucedido con la política económica para las mujeres?

Definitivamente, el capitalismo desapareció la política económica de los libros de texto, y a su vez la política fiscal, que permitía saber cómo es la distribución de la riqueza. A pesar de que durante muchos años se tenía clara. A partir de los 90 en Colombia lo único que sobrevivió a un ataque neoliberal fue la Constitución de 1991 y por eso, la Corte Constitucional es de las pocas que cuentan con cierta independencia de poderes.

¿Qué representa que existan proyectos o libros como Menstruación libre de impuestos?

Es definitivamente un triunfo en un país en donde, desgraciadamente, estamos acostumbrados a perder. Perdimos 200.000 cuerpos de falsos positivos, hoy estamos perdiendo más de 1.000 líderes sociales y estamos acostumbrados a lo que dijo nuestro amado técnico de la Selección Colombia perder es ganar. Por lo que este tipo de libros rompe un poco esa idea. Es un triunfo para quienes hemos luchado toda la vida por derechos como la educación, así nos enfrentemos a ser el cuarto país más desigual del mundo. Esto no solo es logro de una ley que se deriva a tampones y toallas higiénicas, sino que es un triunfo a un derecho enorme, porque el debate es de fondo.

¿Cuál es el valor real de esa jurisprudencia que tanto se menciona?

Es una jurisprudencia que en términos económicos de derecho nos permite ampliar en algunas otras luchas la posibilidad de combinación de los poderes por medio de la Corte Constitucional, la cual ha ayudado a avanzar o a detener a algunos personajes. Por ejemplo, en los ocho años de dictadura de Uribe quien lo detuvo fue precisamente esta entidad, porque no había más. Los testigos desaparecían, quedaron silenciados, entre otras cosas innombrables. Por lo que esta jurisprudencia es un logro muy grande en un país donde no perdemos todo, pero sí puede decirse que es un estado natural o cotidiano. Esto nos da un aire, un respiro en una lucha política liderada por el feminismo.

160203124959-pink-tax-780x439.jpg

Tomada de Sofía Ordoñez CNN Money

Teniendo presente que Menstruación Libre de Impuestos es un proyecto liderado por y para mujeres, ¿qué alcance considera que tiene en un país tan conservador?

El feminismo, a diferencia del género, tiene una lucha que va más allá de la cuestión de la mujer y las desigualdades sociales y estructurales en un sistema totalmente diferenciado. El texto de Menstruación Libre de Impuestos evidencia dichas desigualdades de forma muy marcada; las mujeres hoy representamos la parte más pobre dentro de los pobres, aunque según el DANE, no me puedo contar entre ellas porque estoy entre los más ricos y multimillonarios del país.

Sin embargo, la pobreza es extremamente feminizada y no solo económica sino en exclusiones de todo tipo, por lo que el feminismo hace, desde este proyecto en la tradicional Colombia, un homenaje a la lucha de las mujeres.

¿Cómo se refleja el modelo económico del país?

Como las confesiones de Aida Merlano, esta información todos las sabemos, pero toca decirla. Esta sentencia y todos los textos que sustentan esta lucha teórica y práctica muestra el Estado corrupto en el que vivimos, enmermelados, en donde se vota sin leer, sin conocer. Aquí no hay políticas públicas que luchen contra la desigualdad, pero sí apoyan la acumulación de un capital mafioso, desigual y violento como se observa en este momento. Entonces esta lucha en particular nos permite tener más armas para ir mostrando el tipo de Estado y Congreso que tenemos. Además, en lo económico también muestra un modelo neoliberal que volvió después de los 90 con una teoría de la igualdad totalmente fallida y nos puso frente a impuestos neutrales como única forma de financiar el gobierno.

¿El Estado puede garantizar toallas higiénicas sin IVA o gratis?

El IVA es el que mantiene al Estado y la renta que es la clase media. Como vimos en las ultimas noticias Uribe no paga nada y María Fernanda Cabal tampoco. Los que deberían pagarla no lo hacen y los que tenemos cierto ingreso que en el país es alto, pero no tenemos un Ubérrimo sí tenemos que financiar la estructura de gobierno que nos ha dejado tantas veces por fuera a nosotras las mujeres. No hay otra manera porque el Estado está quebrado, no solo porque se la roban sino porque tiene que mantenerse de alguna forma. Este modelo económico es fallido y probablemente no hay recursos para dar garantías de estos productos pero tienen que hacerlo porque es una cuestión de salud y justicia.

the-female-company-92dh83v1vcU-unsplash_

¿Qué considera que sigue después del triunfo de esta lucha contra los impuestos a los “productos rosas”?

Se ganó la lucha contra el IVA de las toallas higiénicas para tener una vida digna, salud, igualdad, entre otros aspectos importantes. También se observa los monopolios que hay detrás de esto y que son los más grandes cartelizados que producen este tipo de productos son muy fuertes. Se ha comprobado que subieron los precios porque se aliaron. Tocará realizar campañas para tener un control de precios y en lo posible también se tiene que discutir cómo la copa menstrual podría ser parte de la producción nacional porque en la venta de estas a nivel internacional también se pueden crear monopolios. Por lo tanto, por mucho que se le baje precios será muy difícil que se les bajen costos, a no ser de que haya un proceso cuidadoso de verificación.

Sin duda hay que hacer un debate alrededor del sistema tributario que hay en el país para preguntarse por qué no es posible con la renta lograr una distribución de la riqueza. En Chile sucedió que se devolvieron impuestos a compradores de toallas y papel higiénicos, porque las personas se están alzando y hacen escuchar sus voces.

person-holding-white-menstrual-cup-36830

¡Escúchala!

En Colombia, existen voces que se alzan. Como Laura, son muchas más mujeres que buscan visibilizar la economía del cuidado y las desigualdades de género. Cada día se tienen más presentes los miles de esfuerzos de mujeres que buscan desaparecen las brechas salariales y lograr que las niñas del mañana tengan igualdad en salud y educación.

Laura Moisá
00:00 / 08:31
bottom of page