top of page
HABLEMOS DE LO QUE INCOMODA
La educación sexual como camino para anular la desigualdad
Ser mujer, por tradición, ha representado una carga social y económica. Menstruar no es una decisión. Sin embargo, asegurar una educación por una higiene durante el ciclo y una sexualidad responsable sí es una obligación. 300 millones de mujeres están menstruando en estos momentos y muchas todavía deben enfrentarse a su ciclo como algo asqueroso por desinformación y mitos.
Las siguientes imágenes son libre de derechos
No sabe, no responde
La menstruación es un fenómeno del que no se habla. Según El País ‘’las áreas rurales de Colombia, el 34,8% de las niñas encuestadas indicaron no saber nada sobre la menstruación antes de la menarquia (la primera menstruación), mientras que el 45% no sabe o no responde de dónde proviene el sangrado menstrual’’. Deben enfrentarse a lo desconocido sin información acertada y sin recursos para asumirlo con la correcta higiene.
El costo de ser mujer
De acuerdo con El Espectador ‘’son mujeres habitantes de calle que tienen que elegir entre gastar el poco dinero que tienen en comida o en un lugar seguro en donde dormir. Ni pensar en gastarlo en productos de higiene. Para la Corte Constitucional, el hecho de que una mujer no tenga acceso a estos productos se trata de una violación a sus derechos fundamentales’’. La salud de las mujeres depende de las garantías que el Estado brinde para las 3.539 mujeres en todo el país que viven en la calle y el resto de las mujeres que no pueden asumir ese sobrecosto.
La higiene menstrual nos lleva más lejos
Pensar en educación sexual y en higiene menstrual es tener en cuenta los sueños de las mujeres. Según El País "invertir en una buena gestión de la higiene menstrual para permitir que las mujeres y las niñas alcancen su máximo potencial es una medida crítica para construir el capital humano de una nación a lo largo del tiempo", explica Jennifer Sara, directora sénior de la Práctica Global de Agua del Banco Mundial’’.
La educación sexual como derecho negado
De acuerdo con la Ley 1620 del 2013 en el artículo 2 la educación para el ejercicio de los derechos humanos, sexuales y reproductivos busca formar personas que se reconozcan como sujetos dignos de derechos humanos, sexuales y reproductivos. Además, pretendiendo el respeto por sí mismo, el otro y el entorno, haciendo énfasis en el bienestar como un compuesto entre la salud física y mental.
La desigualdad como carga
‘’Contar con mujeres educadas, motivadas y conscientes de lo que significa planificar su proyecto de vida y establecer los tiempos en los cuales desean asumir los retos como mujeres adultas, es fundamental para el éxito, pues cuando se desconocen o no se es consciente de las secuelas de los actos, la carga a sobrellevar a futuro puede ser grande creando brechas de desigualdad importantes donde las consecuencias incluyen la perpetuación de la pobreza, el deterioro de la salud y la interrupción del proceso educativo de la persona’’, según el artículo Mujeres en edad fértil: Etapa crucial en la vida para el desarrollo óptimo de las futuras generaciones. El embarazo no debe ser una barrera para el desarrollo físico, mental y educativo de la mujer.
Romper el tabú
Se han creado obstáculos para librarse de asumir adecuadamente conversaciones de sexualidad y cuidado menstrual. La educación sexual es un derecho, asimismo como el acceso a información. Como menciona El País ‘’en este momento, alrededor de 300 millones de mujeres y niñas están menstruando. En la mayoría de nuestras sociedades, esos días del mes se ven como algo sucio y perteneciente al plano íntimo. Pero romper con estos tabúes es clave para naturalizar la menstruación y comenzar a analizar el costo oculto detrás de ser mujer’’.
Educación en salud
No hay un punto medio. Existe la creencia que, si no se usan pañitos húmedos, jabón íntimo, toallas higiénicas con olores, desodorantes íntimos, entre otros se estaría asumiendo la menstruación inadecuadamente y poniendo en riesgo la salud. Por otro lado, están las mujeres que no tienen información de los cuidados y enfrentan su ciclo menstrual como se puedan defender. ‘’A estas complicaciones, ya de por sí graves, en los países económicamente menos desarrollados se suman los problemas económicos para acceder a compresas desechables o tampones (si es que estos últimos están disponibles), según explica Jurga. "Son demasiado caros", cuenta la experta, "y las adolescentes y las niñas tampoco disponen de las instalaciones sanitarias más básicas en las escuelas. Esto provoca que tengan que quedarse en casa si tienen la regla", según El País.
Enfermedades que se curan con educación
Cuando las mujeres se encuentran en condiciones de inequidad no tienen controles durante sus embarazos y deben afrontar contratiempos que podrían ser prevenidos. ‘’La mayoría de las muertes maternas (99%) ocurren en entornos de escasos recursos y para el 2015, aproximadamente ocurrieron 2.6 millones de mortinatos, e igualmente la mayoría en entornos de desventaja y en países de ingreso medio y bajo (22)’’, según el artículo Mujeres en edad fértil: Etapa crucial en la vida para el desarrollo óptimo de las futuras generaciones.
¿Educación insuficiente?
La desigualdad en higiene menstrual es comúnmente asociada con países pobres y apartados. Sin embargo, es una problemática que sigue presente desde las laderas de las ciudades hasta las zonas rurales. De acuerdo con El País ‘’diversas encuestas revelaron que, en zonas remotas de América Latina, las niñas no cuentan con información pertinente sobre la menstruación, acceso al saneamiento adecuado (en la región aún 106 millones de personas no cuentan con un baño digno en casa, la mayoría en zonas rurales) o a productos de gestión menstrual’’.
Conócete a ti misma
La educación, en teoría, va enfocada al desarrollo de una sexualidad sana. Adicionalmente, conforme a la Ley 115 de 1994 en el artículo 13, literal D ‘’a la construcción de la identidad sexual dentro del respeto por la equidad de los sexos, la afectividad, el respeto mutuo y prepararse para una vida familiar armónica y responsable’’.
Economía del cuidado
‘’Las niñas y jóvenes adolescentes, en algunos entornos deben enfrentar prácticas como el infanticidio femenino, el matrimonio forzado y precoz, la trata de personas, abusos sexuales, el embarazo precoz, deficiencias nutricionales y de atención en salud entre otras prácticas, comportamientos y entornos violentos y abusivos que pueden traer consecuencias negativas sobre la joven mujer, su futuro como madre y a sus futuros hijos’’, según Mujeres en edad fértil: Etapa crucial en la vida para el desarrollo óptimo de las futuras generaciones. La economía del cuidado es asumir las necesidades de atención de la familia sin recibir remuneración y, la mayoría de las veces, reconocimiento.
¿Enseñanza obligatoria?
La educación sexual es enseñanza obligatoria. Sin distinguir entre establecimientos públicos y privados, debe ser impartida desde la educación preescolar hasta los últimos años. De acuerdo con la Ley 1029 de 2006 en el artículo 1, literal E ‘’ la educación sexual, impartida en cada caso de acuerdo con las necesidades psíquicas, físicas y afectivas de los educandos según su edad’’.
Tumbemos la barrera
Educar es destruir los mitos que rodean la menstruación. Desde la tradición indígena con mitos hasta las estrategias de mercado para vendernos productos con aromas o materiales dañinos que pueden afectar nuestra salud. ‘’En Colombia, la menstruación sigue siendo uno de esos temas tabú en la sociedad. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, más conocido como Unicef, en poblaciones del Pacífico colombiano todavía existen creencias de que, por ejemplo, las mujeres con la regla atraen a las serpientes y por eso no pueden salir al monte, como tampoco se pueden bañar en el río, pues lo contaminan y pueden producir locura o enfermedades, o incluso no pueden cocinar o cuidar de las plantas, pues su sangre daña los alimentos y pudre la vegetación’’, de acuerdo a El Espectador.
Conmemoramos lo que ignoramos
El Día Mundial de la Higiene Menstrual se celebra el 28 de mayo. Su objetivo es romper el tabú y generar conciencia de la importancia de la higiene durante el ciclo menstrual. Por ende, se pretenden reducir y terminar los tabúes alrededor de la menstruación. Se conmemora, pero siguen los vacíos.
bottom of page